Antes y después: Gonzalo de Berceo
Hoy os traemos el cambio de un piso que, aún teniendo las fotografías hechas, no dio tiempo a subirlas al portal inmobiliario porque se vendió en la primera visita. Y es que no hay mayor satisfacción para un Home Stager que recibir la noticia de que el piso en el que ha puesto todo su empeño se haya vendido.
EL RETO
El principal reto que planteaba este piso era que tanto la entrada como el salón, cocina y comedor contaban con medidas desproporcionadas. Era necesario definir bien los espacios
En la entrada contábamos con una estancia bastante amplia que, por norma general, suele tener pocos metros. Optamos por crear un ambiente que transmitiese paz nada más entrar a la vivienda.
Por otro lado, se nos planteaba el reto del salón, cocina y comedor. El piso era un lienzo en blanco, por lo que a la hora de distribuir los espacios buscamos la combinación más funcional ¿Ponemos la mesa del comedor en el espacio de cocina? ¿Usamos el espacio de comedor para crear un estudio o habitación de invitados? Finalmente nos decantamos por separar el salón de la cocina con una barra de desayuno y dejar la habitación extra para el comedor.
EL OBJETIVO
Una vez solventados estos retos, tocaba ponerse a trabajar en el principal objetivo: dar vida a cada espacio. Optamos por tonos claros, azules en la mayoría de estancias, para crear ambientes relajados y potenciar la luminosidad.
Mobiliario ligero para no saturar los espacios (y, por supuesto, para no morir en el intento de montaje y desmontaje) combinado con decoración en los tonos escogidos y muchos textiles.
El baño era un espacio poco acogedor, con un mueble que tenía mucho protagonismo. Nuestro objetivo fue darle calidez y desviar la atención a otros puntos de la estancia colocando elementos decorativos.
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