Reforma
Laguardia
Un merendero reinventado como espacio versátil y acogedor. La combinación de materiales neutros, soluciones a medida y coherencia visual transforma un lugar olvidado en un refugio funcional con alma.
Este proyecto partía de un merendero completamente diáfano, al que se le dio una nueva vida transformándolo en un espacio cálido y funcional. Se diseñó una cocina abierta y un salón-comedor integrados a través de un mueble a medida que recorre toda la estancia. Este mueble no solo conecta visualmente ambas zonas, sino que también oculta una cama abatible, permitiendo que el espacio funcione como zona de estar y dormitorio de invitados.
Los tonos neutros y materiales elegidos crean una atmósfera atemporal. El suelo hidráulico en la cocina suma carácter y personalidad sin romper la armonía. Para reforzar la unidad visual, utilizamos el mismo papel pintado en la pared del salón y enmarcado con molduras en la del comedor, funcionando como un “cuadro” que da continuidad y coherencia al diseño.
Un proyecto pensado al milímetro para aprovechar cada rincón sin renunciar al estilo.
